España se sitúa en el noveno puesto mundial en la transición a un modelo energético sostenible, según el «Informe 2013 del Índice de Comportamiento de la Arquitectura Energética Global», publicado el 11 de diciembre por el Foro Económico Mundial (FEM). El estudio mide las fortalezas y debilidades de los sistemas energéticos de 105 países en relación a tres indicadores: su crecimiento económico, su sostenibilidad medioambiental y acceso a los recursos energéticos.

En este sentido, la investigación señala que los países con niveles de ingresos altos están liderando la transición a una nueva arquitectura energética, «pero aún queda mucho por hacer en cuanto a protección medioambiental».

Noruega se sitúa en el primer puesto de la lista, con una nota de 0,75 sobre uno en el cumplimiento de los distintos indicadores energéticos, como resultado de una política energética sólida que combina múltiples recursos energéticos baratos, abundantes y relativamente limpios que han generado grandes ingresos a nivel nacional, según apuntó el FEM en un comunicado.

La lista de los diez primeros continúa con Suecia, con una nota de 0,71; Francia, Suiza y Nueva Zelanda, con 0,70 cada uno; Colombia y Letonia, con 0,69; y por último, Dinamarca, España y Reino Unido, que comparten el 0,67.

Estos diez países tienen un producto interior bruto (PIB) per cápita superior a 46.000 dólares (35.400 euros) y todos, excepto Letonia, se encuentran en la lista de los veinticinco primeros países en el mundo por PIB.

En relación a las formas de obtención de energía, estos diez países obtienen una media del 36 % de sus suministros totales de energía de fuentes alternativas, incluyendo la energía nuclear y la biomasa.

El estudio también revela que ninguno de los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se encuentra dentro de los primeros cincuenta puestos de la lista, por ejemplo, los Estados Unidos se sitúan en el puesto número 55.

De los países emergentes, Brasil se sitúa en el puesto número 21; Rusia, en el 27; Sudáfrica, en el 59; India, en el 62, y China, en el 74.

Sin embargo, el índice muestra también que los países de altos ingresos y los que crecen de forma rápida desatienden a menudo un gran número de medidores de sostenibilidad medioambiental.

Este informe ha sido diseñado para ayudar a los países a dirigir el cambio a nuevos sistemas energéticos, proceso que requerirá una inversión de 38 billones de dólares (29,3 billones de euros) en infraestructuras de suministros energéticos para satisfacer la demanda global de energía en torno al año 2035, según el FEM.

 
Información en: elinstaladordigital.com
 

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