El pasado viernes se aprobó esta norma por la que en los edificios públicos habrá de respetarse unos topes máximos y mínimos de temperatura dependiendo de si se usa calefacción o refrigeración. Asímismo será necesario establecer un sistema de cierre automático de las puertas para que permanezcan cerradas cuando esté conectado el sistema de climatización.
Esta regulación se engloba dentro del Plan de Activación del Ahorro y la Eficiencia Energética 2008-2011, aprobado en Consejo de Ministros el 1 de agosto de 2008, y que contiene 31 medidas que buscan un uso más racional de la energía.