Una bomba de calor puede suponer un ahorro de hasta el 70% respecto a un sistema de calentamiento tradicional
 
 
 
Las bombas de calor absorben el calor de un sitio y lo bombean hacia otro. Sirven tanto para refrigerar como para calefactar una casa. Su funcionamiento se basa en la termodinámica, en la técnica de “refrigeración por compresión”. Con la ayuda de un compresor, el calor (o el frío si es una bomba de calor reversible, con un ciclo inverso) se genera a través del cambio de estado de gas a líquido de un fluido refrigerante por medio de la temperatura ambiente.
 
Su fortaleza es la de suministrar más energía útil de la que utiliza para su funcionamiento. Es decir, cada kilovatio hora eléctrico consumido aportará varios kilovatios hora térmicos. Destaca su gran eficiencia energética. Pueden suponer un ahorro de hasta el 70% respecto a un sistema de calentamiento tradicional como gas, electricidad o gasóleo.
 
El sistema se compone de dos unidades. Una unidad exterior incluye todos los elementos necesarios para absorber la energía de aire exterior, mientras que una unidad interior tiene un módulo hidráulico con distintas variantes en función del beneficio requerido, ya sea climatización o servicio de Agua Caliente Sanitaria.
 
En otro documento anterior, Energía 3.0, se sentencia que las bombas de calor son la mejor opción para la calefacción desde el punto de vista de la eficiencia energética. Para esta organización ecologista, con el actual reparto de tecnologías del sistema eléctrico, caracterizado por una elevada descarbonización, ya es más ventajoso dar calor con un aparato eléctrico como una bomba de calor que con una caldera.
 
En el mercado español, el COP de las bombas de calor aerotérmicas oscila sobre todo entre un 2,5 y un 3,5). Una buena bomba de calor geotérmica ronda un COP de un 5. El COP estándar actual para bombas de calor aerotérmicas en Japón es de un 6,5). “Lo que podríamos considerar una prospectiva tecnológica de lo que nos pueden aportar las bombas de calor es un COP igual a 8”, comunica el informe Energía 3.0. Así que el futuro de las bombas de calor es más que positivo. Eso sí, éstas pueden suponer una mejora respecto a la caldera de gas natural siempre y cuando los equipos posean un COP igual o superior a 3.
 
Otra ventaja de las bombas de calor es su mayor índice de compatibilidad con otros sistemas de calentamiento instalados. Asimismo, se caracterizan por su fácil instalación y mantenimiento. Entre la unidad interior y exterior no es necesario utilizar gas refrigerante. Esto facilita la instalación, puesto que no se requiere en ella a un técnico en refrigeración. Por otro lado, los niveles de ruido en el exterior suelen ser muy reducidos.
Tomado de: http://electromarket.com
 
 

www.teleclima.com
 
 
 
 
 

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